El otro día estaba pensando en las recetas dulces que he publicado hasta ahora y di un salto cuando caí en que nunca, pero que nunca os había hablado de La Tarta Tenerina… la llamo así, con mayúsculas, porque no es una tarta cualquiera…es mágica: por su textura, por su gusto, por su olorrr y por todos los recuerdos que me trae.
Gracias a la receta de una amiga de mi madre, empecé a hacer esta tarta hace muuuchos años y, ya que les gustaba muchísimo a mis amigos, la hacía muy a menudo…tan a menudo que creo que la asociación “Giulia-Tenerina” quedó grabada para siempre en su memoria, jejeje.
La verdad sea dicha: nunca me ha salido guapa. Como podéis ver en las fotos, parece una pista de skate… pero si no tenéis que participar en un concurso super profesional de pasteles, os recomiendo probar esta receta… no sólo por el gusto muy bueno de la tarta, sino también por la experiencia que viviréis en la cocina mientras haréis el pastel.
Bueno, intentaré explicarme mejor mientras os cuento la receta:
Ingredientes:
200 g de chocolate negro para fundir
4 huevos
4 cucharadas rasas de maicena (harina fina de maíz)
100 g de mantequilla
150 g de azúcar
1 cucharadita rasa de bicarbonato de sodio
Procedimiento:
Encender el horno a 170º C.
Trocear el chocolate y derretirlo a bañomaría junto con la mantequilla. Esta operación se puede hacer con microondas también. Si usáis este segundo método, usar potencia baja y mezclar de vez en cuando; y, si os queda muy muy espeso (casi duro), añadir un chorrito de leche.
Empezaréis a notar unas ganas increíbles de probar esa masa cremosa, brillante y olorosa, pero tener paciencia…ya vendrá el “momento dedo”.
Batir las yemas con el azúcar, añadir la maicena, el compuesto de chocolate-mantequilla, el bicarbonato y, finalmente, las claras batidas a punto de nieve. Cuidado con estas últimas: hay que incorporarlas lentamente, mezclando con una espátula, con movimientos suaves, de abajo hacia arriba.
Mientras lo hagáis, acercar el bol al oído… notaréis como suena vuestra masa… de verdad, no estoy loca, ¡¡probarlo!!
Y, de paso, no os perdáis el olor… madre mía, todavía me parece tener el bol delante de la nariz.
En fin… ¡sigamos! Untar y enharinar un molde redondo (de 26 cm aprox) y verter la masa. Hornear por 25-30 minutos.
(¡¡Ahora, ahora!! El bol con los restos de compuesto es todo para vuestro dedo, jeje).
Ahora viene lo difícil. La Tenerina es una tarta que debe quedar húmeda por dentro, para derretirse en la boca; de ahí su fantástica textura y su nombre (tenerina= muy tierna). Para conseguirlo, hay que vigilar que la temperatura del horno no sea alta y cuando hayan pasado 20 minutos, pincharla con un palillo para comprobar la cocción. El palito NO debe salir seco, sino deben quedar pegadas unas migas húmedas.
Si todavía sale cubierto de compuesto cremoso, no saquéis la tarta, significa que necesita más cocción.
Si sale seco, no pasa nada…tendréis un buenísimo bizcocho de chocolate; la próxima vez, bajar la temperatura o disminuir el tiempo de cocción.
No os preocupéis, ¡¡es cuestión de cogerle el truco y ya veréis qué fácil!!
Dejar enfriar la tarta y espolvorear con azúcar glass. Si queréis, usar una plantilla o una puntilla para hacerla más bonita.
Bueeeeno, no queda que cortaros un trozo y disfrutar de vuestra mágica Tenerina…. 😉
Aprovecho para dar las gracias a los seguidores de Cook and Craft Lab en Facebook, que ya son más de 100, ¡¡yuppiiiiiii!!
2 comentarios
Adoro questa, torta, è una delle mie preferite 🙂
ed è bellissima anche la decorazione a pizzo che hai fatto!
un bacio 🙂
Grazie mille 😉
Un abbraccio e a presto!