
Ya estamos en Semana Santa, ¡cómo corre el tiempo! Ni nos daremos cuenta y en nada estaremos pisando arena y chapoteando en el agua del mar, otros escalando alguna montaña, o paseando por algún bonito pueblo, navegando…
Pero volvamos un momento al presente, porque os quiero contar cómo teñir huevos de Pascua de forma totalmente natural, es decir, usando vegetales, fruta y especias.
Es una actividad muy divertida y satisfactoria (incluso cuando se te rompe algún huevo, jaja), ideal para adultos y, sobre todo, para pasar un rato gustoso con los niños.
Hay distintas formas de teñir, dependiendo de si se quieren usar huevos duros (que son comestibles pero, una vez teñidos, duran un par de días en la nevera), o bien huevos vaciados, es decir, los cascarones. Opté por estos últimos porque, aunque impliquen algo más de trabajo, prefería algo más duradero. Si vais a seguir este método, os recomiendo preparar los huevos un día antes, ¡por comodidad! Una cosa más: este tutorial es para vaciar los huevos con un agujero, no con dos.
Así que me fui al mercado, compré una docena de huevos blancos, varios vegetales, fruta y especias y para casa a “cocinar”.

Cómo vaciar y limpiar los huevos:
1. Lavar los huevos bajo el grifo y secarlos con cuidado.
2. Coger uno, apoyarlo encima de un frasco pequeñito, de modo que el huevo no toque el fondo del frasco (importante, si no se romperá).
3. Hacer un agujero en la parte puntiaguda del huevo, con la ayuda de un clavo y un martillo (y de un adulto, jeje).

4. Se necesitará un cuenco para recoger la clara y la yema que irán saliendo. Con una jeringuilla, poco a poco, con cuidado, insertar aire en el huevo, a través del agujero. Veréis que saldrá primero la clara y, luego, la yema. No aspiréis, no sirve de nada.
5. Con la ayuda de la jeringuilla, llenar el huevo con un poco de agua, agitarlo, vaciarlo, y repetir la operación, hasta que el agua que salga esté limpia (3-4 veces).
6. Colocar los huevos en un bol, con 2 litros de agua y un vaso de vinagre. Con la jeringuilla, llenar un poco los huevos con el líquido. Dejar reposar media hora. Así se limpiarán del todo y no habrá problemas de olores, ni bichos raros.
6. Una vez hecho esto, hay que sacar todo el líquido de los huevos y dejar que se sequen por completo. Al aire libre tardan unos 2-3 días, pero se pueden poner 10 minutos en el horno a 150º C.
Cómo se hacen los colorantes naturales:
El procedimiento es el mismo para todos los “ingredientes”: hervir la verdura/fruta/especia con 2 tazas de agua (500 ml) y una cucharada de sal durante 30 minutos. Una vez apagado el fuego, filtrar el agua, vertiéndola en recipientes desechables (o que uséis para manualidades y no os importa que se manchen) y añadir 2 cucharadas de vinagre de vino blanco. Dejar enfriar antes de sumergir el huevo. El vinagre y la sal se añaden para que el tinte “agarre”.
Una breve guía para conseguir determinados colores:
– Azúl oscuro: 300 g de arándanos
– Azul: 300 g de col lombarda
– Rosa: una remolacha
– Amarillo: 1-2 cucharadas de cúrcuma
– Verde: 100 g de espinacas (a mí no me salió muy bien, pero lo volveré a intentar!!)
Aunque, por supuesto, también podéis experimentar con lo que tengáis en casa, cáscara de cebollas, uva negra, paprika…
Una vez enfriados los tintes, sumergir los huevos en los cuencos y dejar en infusión. Cuanto más tiempo se deje sumergido, más intensidad de color tendrá el huevo. Como están vacíos, flotarán… yo les coloqué otro cuenco encima con unas piedras, para que estuvieran bien sumergidos 🙂

Cuando estéis satisfechos con el color de algún huevo, sacarlo del recipiente, vaciar bien toda el agua que haya entrado, dejarlo secar (en su mismo cartón irá más que bien) y ya! Listos para decorar la casa.
Espero que os haya inspirado y que hagáis muchos huevos de colorines 🙂 ¡Feliz Semana Santa, besicos!
