Buenas,
Por fin he encontrado una receta para hacer un pan que huele a pan, crujiente, que no sabe a levadura y, encima, ¡bonito!
El procedimiento para hacer este pan es un poco largo, hay que tener paciencia y más o menos 4-5 horas libres, pero la dificultad es muy baja y os animo a probar esta receta, ¡porque vale la pena!
La original está en italiano y la encontráis aquí.
Ingredientes:
500 g de harina 0 ó 1, que tenga buena absorción
320-350 g de agua
4 g de levadura fresca
10 g de sal
Preparación:
En un bol, echar la harina, verter 320 g de agua y mezclar con los garfios de la batidora por unos 3-4 minutos. Si la masa lo permite, añadir más agua, hasta obtener una consistencia bastante blanda (tiene que pegarse a los dedos, pero tampoco que sea semi-líquida…).
Amasar (con los garfios) por otros 5 minutos y, luego, dejar la masa en el bol, cubrir con un trapo y dejar reposar por 30 minutos: este procedimiento se denomina “autolisis”.
Transcurrida media hora, añadir la levadura y la sal. Con las manos, hacer un amasado francés: para los que me estéis diciendo “¿¿amasado quééé??”, mirar este vídeo, lo explica fenomenal.
Cuando la masa esté lista, ponerla en un bol (sin aceite) y dejarla reposar una hora, o hasta que duplique su volumen, en un sitio calentito y lejos de corrientes de aire (el horno anteriormente calentado por 1 minuto a 50º C va muy bien…pero apagarlo cuando metáis la masa.).
Dividir la masa en 3 trozos de igual peso. Aplastar cada trozo un poquito con los dedos para formar un cuadrado, tirar de un lado y doblarlo hacia el centro y repetir 2 veces más…mejor si miráis los primeros 20 segundos de este vídeo…os resultará mucho más claro =)
Cubrir los 3 trozos con un trapo y un plástico encima. Dejar reposar 15 minutos.
Seguir las instrucciones del vídeo anterior para formar unas baguettes de unos 30 cm aprox.
Espolvorear un trapo limpio con bastante harina de trigo o, mejor, harina de arroz (ésta queda blanca durante la cocción en el horno, al contrario de la harina de trigo).
Poner las baguettes sobre el trapo, utilizando éste último para separarlas. Cubrir con otro trapo y una bolsa de plástico. Dejar reposar hasta que dupliquen su volumen.
Luego, coger una cartulina resistente (o una tabla de cortar grande) y, ayudándoos con el trapo, hacer rolar una baguette sobre la cartulina, para luego transferirla a la bandeja del horno, con MUCHO AMOR, sin chafarla. Repetir con las otras 3 barras.
Espolvorearlas con harina (como he dicho antes, si fuera de arroz, mejor). Coger unas tijeras, posicionarlas a 45º respecto a la barra y hacer un corte a V; mover el grano obtenido a un lado. Proceder, haciendo otro corte aprox. 8 cm más abajo y mover el grano al lado opuesto respecto al primero.
Si no os quedara claro, clicando aquí encontraréis más fotos que explican este procedimiento. Repetir por todo el largo de la baguette.
Encender el horno a 220º C (la receta original dice 250º, pero para mi horno es demasiado) y poner un vaso con un dedo de agua en la base del mismo. Salpicar las paredes del horno con agua y hornear las espigas por 15-20 minutos. Dejar enfriar encima de una rejilla y, por fin, ¡¡comer!!