
No sé vosotros, pero yo sigo sin ganas de acercarme mucho a los fogones, y menos al horno que, pobrete, ¡está más abandonado en verano!
Pero esto no quiere decir que tengamos que comer melón y sandía cada día, para no cocinar, jaja. ¿Os acordáis del pesto de calabacín del otro día? Pues hoy os dejo otra idea más de salsa para la pasta, que se prepara en un plis: el pesto de rúcula.
Está buenísimo y se puede servir incluso como entrante, con tostaditas.
Con las dosis indicadas en la receta, sale un pesto para unas 6-7 raciones de pasta, pero depende también de si lo usáis solo, o lo juntáis con otros ingredientes. Como sugiere Anice e Cannella en su versión de este pesto, se pueden añadir unos pocos tomates cherry fritos (lo he probado y está riquísimo):
- Mientras hierve la pasta, cortar por la mitad los cherry y sofreírlos en una sartén con un hilo de aceite AOVE. Después de unos minutos, apretarlos con una cuchara de madera, para que suelten su jugo.
- Verter un poco de agua de cocción y dejar evaporar.
- Añadir unas cucharadas de pesto de rúcula al gusto y mezclar.
- Escurrir la pasta y saltear en la sartén de la salsa, con un poquito de agua de cocción.

Notas:
- La cantidad de aceite indicada en la receta aquí abajo es orientativa: quiero decir que, si vais a usar el pesto como salsa para untar, no debería hacer falta añadir más; pero si lo usáis para pasta, a lo mejor os hará falta un poco más, para que resulte más cremoso.
- Una vez preparado, se puede conservar en la nevera, en un tarro de cristal, poniendo un poco de aceite en la superficie del pesto, para que no se oxide. También se puede congelar en monoporciones.
Espero que os guste mucho y que me contéis qué tal, si al final lo probáis 🙂


Ingredients
- 100 g de rúcula
- 50 g de almendras con piel
- 80 g aprox de aceite AOVE (mirar notas arriba)
- 45 g de Parmesano/Grana Padano
- 6-7 hojas de basílico (albahaca de hoja grande)
Instructions
En la picadora, triturar mitad de la rúcula con las almendras (no deben quedar molidas, basta poco).
Añadir el resto de la rúcula y el aceite. Accionar unos segundos y luego añadir el parmesano y el basilico. Accionar de nuevo, hasta obtener la consistencia deseada. Si es necesario, ajustar de aceite.
Yo no añado ni sal ni pimienta, porque me gusta así, pero ahí ya está en vuestras manos 🙂
¡Buen provecho!
