
En el pasado post os contaba cositas sobre los calabacines: sus variedades, beneficios, cómo reconocer los más frescos, y sus posibles usos en la cocina. Aquí os dejo otra idea más, para disfrutar al máximo de su sabor y de sus nutrientes, ya que utilizaremos el calabacín crudo.
Este pesto de calabacín es una salsa muy fresca, delicada y rica, ideal para estas temperaturas y las más veraniegas, ya que usamos producto de temporada, se hace en 10 minutos y no necesita cocción alguna.
Cuando lo hice por primera vez, lo usé para condimentar una pasta, pero casa muy bien con gnocchi de patata también… Y con unos ravioli de ricotta… ñam.
Nota: si en casa no tenéis almendras molidas, sino enteras, podéis tostarlas un poco para quitarles la piel fácilmente y luego triturarlas con la picadora.
Nota 2: si no tenéis demasiado calor, podéis encender el horno y confitar unos tomates cherry para añadir al pesto al momento de saltear… TOP, jaja.
Para hacer cherry confitados, se cortan los tomates por la mitad, se colocan en la bandeja del horno forrada con papel vegetal, se condimentan con aceite, un poco de azúcar, sal, pimienta, tomillo u orégano, ajo triturado, y se hornean a 150º durante hora y media aprox. Una vez enfriados, si no los utilizáis todos, se pueden conservar hasta 2 meses en la nevera, en un tarro esterilizado, cubriéndolos con aceite de oliva.
Con las cantidades indicadas se obtienen unas 7-8 porciones de pesto, que se pueden guardar en tarritos y conservar en la nevera, o incluso congelar.
Aquí abajo dejo la receta; os animo a probarla y a contarme qué os ha parecido 🙂


Ingredients
- 1 calabacín de unos 200 g
- 1 buena cucharada de almendras molidas
- 1 cucharada rasa de piñones
- algunas semillas de girasol
- 50 g de parmesano rallado
- 100 g de aceite aove
- una pizca de sal
Instructions
Lavar el calabacín, quitar la punta y rallarlo, o bien cortarlo en rodajas muy finas.
Ponerlo en el bol de la picadora, junto con los demás ingredientes. Triturar, hasta obtener una mezcla homogénea.
Si hace falta, parar y remover con una cuchara de vez en cuando.
Guardar el pesto en tarritos y conservar en la nevera o en el congelador, hasta su uso.
Cuando hagáis la pasta, sacarla al dente y saltearla con el pesto. Emplatar y decorar (si se quiere) con algunas semillas al gusto y una vuelta de molinillo de pimienta.



2 comentarios
Me encanta todo lo que haces!!!! Muchas gracias por compartirlo.
☺️ Ay, qué alegría me das! Mil graciaas!!