Sé que es una salsa casera muy básica y sencilla y, como italiana, debería clavarla, pero siempre fue mi talón de Aquiles, jeje. Como nunca he sabido bien bien cuánto poner de cada ingrediente, siempre que la hacía, nunca sabía a ciencia cierta qué tal saldría… y casi siempre se me resistía 🙁

Hasta que, un día, probé con las proporciones indicadas por Rossella, de “Vaniglia, storie di cucina“. En su blog nos cuenta que en su familia esta receta de salsa de tomate pasa de generación en generación; y que, a su vez, viene de una antigua receta de Pellegrino Artusi, considerado como el padre de la cocina italiana moderna (¡¡y del que soy muy fan!!). Podéis encontrarla en su maravilloso libro “La scienza in cucina e l’arte di mangiar bene“.

Como os decía, de la receta original he utilizado las proporciones, las cuales me parecen ideales: la salsa sale sabrosa, rica, con cuerpo. Pero el procedimiento lo he cambiado, adaptándolo a cómo se hacía en mi familia.
El resultado, ¡fantástico! Atención: siempre y cuando se utilicen tomates maduros y “de verdad”. Esta misma salsa, hecha con tomates de supermercado, no vale absolutamente NADA.

Notas:
Para conservar la salsa hay 2 opciones:
- Una vez hecha y enfriada, pasarla por el chino, o bien triturarla un poco con el minipimer, si no os importa encontraros trocitos de verdura cuando la comáis. Luego, distribuirla en tarritos y congelarla (mi favorita).
- Una vez hecha, pasarla por el chino, distribuirla en tarritos de cristal previamente esterilizados y cerrarlos bien. Colocarlos en una olla cubiertos por agua, separados con un trapo de algodón y hacerlos hervir durante 30 minutos desde el primer hervor. Dejarlos enfriar en la misma olla y guardar en un lugar fresco, seco y oscuro.
Nada más, ¡¡os dejo con la receta!! Besicos.

Ingredients
- 8 tomates pera, maduros y de calidad
- 1/2 cebolla pequeña
- 1/2 zanahoria
- 1 trozo de apio largo 1 dedo
- 1 diente de ajo pequeño
- bastantes hojas de basilico (albahaca de hoja grande)
- sal gruesa
- pimienta
- aceite AOVE
Instructions
Picar el apio, el ajo (sin alma) la cebolla y la zanahoria y poner todo en una olla con un hilo de aceite. Dejar que se haga el sofrito a fuego lento durante unos minutos, removiendo con una cuchara de madera. Si es necesario, añadir un poco de agua para que la verdura no se pegue.
Cortar los tomates en cubos y añadirlos al sofrito. Remover y dejar al fuego unos 15-20 minutos. Al final, una vez apagado el fuego, condimentar con una pizca de sal gruesa, pimienta y basilico al gusto.
En cuanto a la conservación de la salsa, como decía antes, hay dos opciones (mirar "Notas", más arriba): sois totalmente libres de elegir la que más os guste 🙂
