Sin duda, la calabaza es uno de los ingredientes estrella de los meses de septiembre y octubre.
Qué bonitas son, con sus colores y formas todas diferentes, ¿¡verdad!? Para decorar la casa quedan genial pero, para comer… aún mejor, jaja.
Esta hortaliza proporciona muchas vitaminas y minerales, mientras que apenas aporta calorías e hidratos de carbono.
En particular, la calabaza destaca por su contenido de vitaminas del grupo B, C y E, ácido fólico, potasio, fósforo, magnesio, hierro y zinc. Además de poco calórica, también contiene mucha fibra.
Por su contenido nutricional, es recomendable durante el embarazo, en caso de diabetes y, en general, para todas las edades, ya que ayuda a mantener el buen estado de los huesos y de los dientes, de la piel, así como del funcionamiento del sistema nervioso y del tránsito intestinal.

En la cocina, la calabaza se usa en infinidad de preparaciones: desde cremas, hasta lasañas, rellenos de pasta fresca, confituras, pasteles dulces y salados, etc. A mí me gusta de todas las maneras, jeje, pero hoy os quiero contar cómo la cocino normalmente y cómo la empleo para hacer un rico risotto de calabaza.
Si no lo conocéis, se trata de un clásico de la cocina italiana; un primer plato otoñal buenísimo, saludable, además de económico y apto para vegetarianos.
¿Qué variedad de calabaza utilizar para esta receta? Para que el risotto sea top, es aconsejable escoger una calabaza redonda, con pulpa firme y no muy fibrosa: por ejemplo, la típica americana naranja, o la verde (con pulpa naranja).
Nota: en la receta os pongo el procedimiento completo, aunque normalmente lo que hago es cocinar calabaza en cantidad y guardar la pulpa en el congelador. De esta manera, cuando entran ganas de risotto de calabaza, sólo hay que sacar un tarrito y en menos de media hora ya tenemos el plato listo.
Antes de pasar a la receta, os recuerdo las reglas de oro para que os salga un risotto de 10 (los que me seguís desde hace tiempo ya las tendréis impresas, guardadas o tatuadas, ¿verdad??? Jajaja).

Sin más, os dejo con la receta. Perdón por la escasez de imágenes… es que tenía hambre, jajaja.

Ingredients
- 500 g de calabaza (que se convertirán en 300 g de pulpa)
- 1 l de caldo vegetal aprox
- 300 g de arroz: arborio, carnaroli o vialone nano
- 1/2 vaso de vino blanco
- 1/2 cebolla pequeña
- Pimienta, aceite AOVE, un par de ramitas de romero, ajo
- Nuez moscada (opcional)
- Parmesano, o Grana Padano, y mantequilla para mantecar
Instructions
La calabaza
Cortar la calabaza en trozos medianos, sin quitar la piel.
Colocarlos en la bandeja del horno, encima de una hoja de papel de aluminio, con 2-3 dientes de ajo, un hilo de aceite, romero y un par de vueltas de molinillo de pimienta. Tapar con otra hoja de papel de plata y cerrar en papillote.
Hornear a 200º C durante unos 40-45 minutos aproximadamente. Comprobar la cocción pinchando un trozo de calabaza con un tenedor.
Una vez lista, sacar la calabaza del horno. Quitar el ajo, parte del romero y, con la ayuda de una cuchara, la piel. ¡Ojo que no os queméis los dedos!
Poner la pulpa en el vaso del minipimer y triturar o ponerla en un bol y machacar con un tenedor (será muy blanda, así que resultará fácil).
El risotto
Calentar el caldo vegetal en una olla.
En otra a parte, sofreír la cebolla picadita con un par de cucharadas de aceite (si se quiere, se puede hacer el sofrito con una nuez de mantequilla... adoro el resultado, jiji).
Añadir el arroz, tostar a fuego vivo durante un minuto aprox y verter el vino blanco. Cuando haya evaporado, bajar el fuego, añadir la calabaza y mezclar.
Cocinar el risotto, añadiendo caldo hirviendo y poco a poco.
Cuando esté al dente (normalmente tarda unos 15-18 minutos; ¡¡id probando!!), apagar el fuego y mantecar con una nuez de mantequilla y parmesano rallado (unas 3-5 buenas cucharadas, al gusto). Ajustar de pimienta y, si se quiere, espolvorear un poco de nuez moscada (pero nada de sal).
Finalmente, ponerle una ramita de romero antes de tapar la olla, para que el risotto quede aún más perfumado. Dejar reposar, tapado, 2-3 minutos y estará listo para servir.